El esfuerzo de estas dos últimas semanas nos está pasando factura. Esta mañana, por ejemplo, ni el sargento mayor se ha levantado a la hora prevista. Los barracones estaban hechos un desastre y ha habido que tocar diana y por narices, a la una del mediodía.

Empero, la tropa es lista. Han bastado un par de órdenes y todo el mundo se ha puesto a lo suyo, incluso ha habido quien se ha animado a limpiar los cristales de los ventanales del estudio, total, es sábado y para colmo el primero de agosto. Hechos los primeros deberes, a devorar el rancho: filetes de babilla albardados, acompañados de abundantes salchichas y una nutritiva ensalada... Tras el yogurt o la fruta (hay quien ha probado las dos alternativas), un breve descanso para echar una pequeña siesta o ver la tele, y a hacer inventario y a preparar las cajas que saldrán esta misma semana para diferentes puntos de España. La tarde promete, va a ser sumamente tranquila.

Nos leemos.

Tranquilidad en el frente

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sábado, 3 de agosto de 2013

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