Como comentaba el otro día en la entrevista que me hizo El Opinómetro, no creo en las etiquetas. Esta afirmación, aunque pueda parecer lo contrario, no supone un ir contracorriente, ni una estrategia, ni siquiera surge de andar buscando una posición reconocible en la actualidad que vive el sector (inevitablemente, todo esto significaría etiquetarse), sino que responde a una realidad, a un estado de cosas editoriales, el de Ludotecnia, que ha enfatizado siempre la figura del autor, permitiéndonos que nos encontremos en estos momentos en sintonía con una inercia creativa y de generación de producto, que por fortuna empieza a ser algo más que palpable.

Sin embargo, por evitar equívocos y el posible encasillamiento de nuestra actividad bajo una forma de entendernos errónea, me gustaría matizar que los caminos recorridos por una afición que se ha hecho adulta  y que busca su propio lugar en el mercado, y el seguido por nuestra editorial, aunque hayan desembocado en el mismo punto, no pueden ser valorados de forma idéntica pues a mi modo de ver responden a dos dinámicas muy diferentes.

Sin entrar a valorar el fenómeno indie o alternativo, entre otras cosas porque me faltan datos y tiempo para hacerlo, creo que la oleada de iniciativas que llevan unos pocos años asaltando el mundillo, ha surgido de un proceso común a otros ámbitos (el cómic, la literatura, el cine, etcétera), donde el propio consumo origina que entre sus consumidores haya quien se sienta con fuerzas suficientes como para aportar su propio granito de arena, cuestionando, modificando o enriqueciendo el movimiento general, y por tanto, ayudando con su intervención relanzarlo. 

En nuestro caso, esta inercia debería ser entendida desde el propio fenómeno donde se ha desarrollado: el productivo, como un proceso de destilación que enfatiza nuestras señas identitarias a base de quemar etapas.

Sinceramente no veo nada mejor ni peor en cualquiera de los recorridos, porque ambos responden a una situación general que permite que estén confluyendo en el mismo espacio y tiempo, o casi, ya que tras 20 años de actividad es normal que haya nuevas actitudes que quieran mostrar su peculiar manera de entender todo esto, y editoriales, la nuestra, que se muestren ahora de manera diferente a como empezaron porque el tiempo no pasa en balde.

Mal que quieran algunos, lo que está sucediendo no es una moda, y haremos mal si lo contemplamos desde esta perspecitiva.

Decía al comienzo que no me gustan las etiquetas porque nunca me han hecho falta, pero si hay quien las necesita para comprender lo que está ocurriendo, le animaría a que mirara en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española lo que significa la palabra madurez, porque creo que por ahí van realmente los tiros de lo que estamos viviendo, ese ser o no ser que tantos ríos de tinta está generando.

Ser o no ser

Publicado el

lunes, 11 de octubre de 2010

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13 Comments
Francisco Bravo (Bulldozzzer) dijo...

A colación de lo leído se me suscita una reflexión. El rol es un género joven, poco experimentado aunque prolífico, y es normal que en este desarrollo todavía incompleto haya pasado por distintas tesituras sin estabilizarse de alguna forma. Quizá como de cierta forma indicas, hasta ahora haya sido una manera inmadura de explotarlo, como tratando de ver por donde va para poder tomar notas y catalogarlo. Imagino que todavía le queda muchas vueltas que dar

Abe dijo...

Pues el texto de la entrada y el comentario de Bulldozzzer me hacen pensar algunas cosas.

La primera es la definición de "indy" o "no-indy". Si pensamos en este término, lo primero que tenemos que descubrir es el opuesto. ¿Cuál es el opuesto a "indy"? ¿profesional? ¿Es que Ludotecnia no es profesional? ¿es que los que ahora son "indies" no aspiran a ser profesionales o a presentar, como poco, trabajos profesionales? ¿es que los que ahora son profesionales no fueron "indies" alguna vea? Quizás lo opuesto sea "grande", pero estamos en las mismas: si Ludotecnia o cualquier de los "indies" da el pelotazo con un juego superventas, ¿dejará de ser indie aunque siga produciendo el mismo tipo de juegos, siga siendo la misma gente y conserve su filosofía? ¿Es que el Mundo de Tinieblas no comenzó siendo "indie"? ¿es que no lo fue D&D cuando salió? ¿es que no lo era Edge cuando comenzó sus primeros trabajos? Quizás la oposición sea "indie" contra comercial, pero ¿renunciaremos ninguno a forrarnos vendiendo juegos si podemos? ¿es que vamos a ser tan hipócritas de decir que no nos gusta gustar al público y llegar a todo el mundo? ¿es que no vamos a romper nunca el ambiente cerrado y endogámico del rol en España?

A lo que estamos, tuerta. Creo que, como dice Jose, deberíamos abandonar la necesidad de poner etiquetas a todo porque vemos que la realidad es terca y hemos visto a editoriales "profesionales" y "grandes" vender mierda empaquetada con lacitos rosa, y a editores "indie" vender cosas muy dignas y ajustadas. Creo que, en definitiva, lo que debe primar en una editorial de juegos es la devoción por la calidad de lo publicado y la rabiosa necesidad de buscar lo nuevo, de explorar nuevos territorios y de lanzar nuevos valores al mercado.

Sólo, y estoy convencido firmemente de esto, sólo la búsqueda de la innovación y la ilusión por el trabajo bien hecho deben ser las etiquetas que cuelguen de Ludotecnia y de cualquier editorial que ahora o en el futuro, publique rol en España.

Volviendo al principio y a lo que decían Bulldozzzer y Jose en su artículo, creo que "madurez" es la palabra clave: el rol en España ya está alcanzando la mayoría de edad, se ha vuelto ("indie" y "no-indie") serio y formal. Como un vino bien cuidado, tiene cuerpo y sabe ser largo en boca. Y además, iniciativas como la de Ludotecnia y tantos otros que empiezan ahora con ilusión energía y ganas, le permiten mantener la fruta y los tonos chispeantes de un vino joven.

Las "grandes" deberían alegrarse de que estemos aquí. Creo que todos vamos a ganar en esta época que acaba de empezar.

Abe dijo...

Pues el texto de la entrada y el comentario de Bulldozzzer me hacen pensar algunas cosas.

La primera es la definición de "indy" o "no-indy". Si pensamos en este término, lo primero que tenemos que descubrir es el opuesto. ¿Cuál es el opuesto a "indy"? ¿profesional? ¿Es que Ludotecnia no es profesional? ¿es que los que ahora son "indies" no aspiran a ser profesionales o a presentar, como poco, trabajos profesionales? ¿es que los que ahora son profesionales no fueron "indies" alguna vea? Quizás lo opuesto sea "grande", pero estamos en las mismas: si Ludotecnia o cualquier de los "indies" da el pelotazo con un juego superventas, ¿dejará de ser indie aunque siga produciendo el mismo tipo de juegos, siga siendo la misma gente y conserve su filosofía? ¿Es que el Mundo de Tinieblas no comenzó siendo "indie"? ¿es que no lo fue D&D cuando salió? ¿es que no lo era Edge cuando comenzó sus primeros trabajos? Quizás la oposición sea "indie" contra comercial, pero ¿renunciaremos ninguno a forrarnos vendiendo juegos si podemos? ¿es que vamos a ser tan hipócritas de decir que no nos gusta gustar al público y llegar a todo el mundo? ¿es que no vamos a romper nunca el ambiente cerrado y endogámico del rol en España?

A lo que estamos, tuerta. Creo que, como dice Jose, deberíamos abandonar la necesidad de poner etiquetas a todo porque vemos que la realidad es terca y hemos visto a editoriales "profesionales" y "grandes" vender mierda empaquetada con lacitos rosa, y a editores "indie" vender cosas muy dignas y ajustadas. Creo que, en definitiva, lo que debe primar en una editorial de juegos es la devoción por la calidad de lo publicado y la rabiosa necesidad de buscar lo nuevo, de explorar nuevos territorios y de lanzar nuevos valores al mercado.

Sólo, y estoy convencido firmemente de esto, sólo la búsqueda de la innovación y la ilusión por el trabajo bien hecho deben ser las etiquetas que cuelguen de Ludotecnia y de cualquier editorial que ahora o en el futuro, publique rol en España.

Volviendo al principio y a lo que decían Bulldozzzer y Jose en su artículo, creo que "madurez" es la palabra clave: el rol en España ya está alcanzando la mayoría de edad, se ha vuelto ("indie" y "no-indie") serio y formal. Como un vino bien cuidado, tiene cuerpo y sabe ser largo en boca. Y además, iniciativas como la de Ludotecnia y tantos otros que empiezan ahora con ilusión energía y ganas, le permiten mantener la fruta y los tonos chispeantes de un vino joven.

Las "grandes" deberían alegrarse de que estemos aquí. Creo que todos vamos a ganar en esta época que acaba de empezar.

Abe dijo...

Bueno. Voy a incluir este comentario en dos partes porque parece que resulta demasiado largo para Blogspot.

Pues el texto de la entrada y el comentario de Bulldozzzer me hacen pensar algunas cosas.

La primera es la definición de "indy" o "no-indy". Si pensamos en este término, lo primero que tenemos que descubrir es el opuesto. ¿Cuál es el opuesto a "indy"? ¿profesional? ¿Es que Ludotecnia no es profesional? ¿es que los que ahora son "indies" no aspiran a ser profesionales o a presentar, como poco, trabajos profesionales? ¿es que los que ahora son profesionales no fueron "indies" alguna vea? Quizás lo opuesto sea "grande", pero estamos en las mismas: si Ludotecnia o cualquier de los "indies" da el pelotazo con un juego superventas, ¿dejará de ser indie aunque siga produciendo el mismo tipo de juegos, siga siendo la misma gente y conserve su filosofía? ¿Es que el Mundo de Tinieblas no comenzó siendo "indie"? ¿es que no lo fue D&D cuando salió? ¿es que no lo era Edge cuando comenzó sus primeros trabajos? Quizás la oposición sea "indie" contra comercial, pero ¿renunciaremos ninguno a forrarnos vendiendo juegos si podemos? ¿es que vamos a ser tan hipócritas de decir que no nos gusta gustar al público y llegar a todo el mundo? ¿es que no vamos a romper nunca el ambiente cerrado y endogámico del rol en España?

Abe dijo...

(y II)

A lo que estamos, tuerta. Creo que, como dice Jose, deberíamos abandonar la necesidad de poner etiquetas a todo porque vemos que la realidad es terca y hemos visto a editoriales "profesionales" y "grandes" vender mierda empaquetada con lacitos rosa, y a editores "indie" vender cosas muy dignas y ajustadas. Creo que, en definitiva, lo que debe primar en una editorial de juegos es la devoción por la calidad de lo publicado y la rabiosa necesidad de buscar lo nuevo, de explorar nuevos territorios y de lanzar nuevos valores al mercado.

Sólo, y estoy convencido firmemente de esto, sólo la búsqueda de la innovación y la ilusión por el trabajo bien hecho deben ser las etiquetas que cuelguen de Ludotecnia y de cualquier editorial que ahora o en el futuro, publique rol en España.

Volviendo al principio y a lo que decían Bulldozzzer y Jose en su artículo, creo que "madurez" es la palabra clave: el rol en España ya está alcanzando la mayoría de edad, se ha vuelto ("indie" y "no-indie") serio y formal. Como un vino bien cuidado, tiene cuerpo y sabe ser largo en boca. Y además, iniciativas como la de Ludotecnia y tantos otros que empiezan ahora con ilusión energía y ganas, le permiten mantener la fruta y los tonos chispeantes de un vino joven.

Las "grandes" deberían alegrarse de que estemos aquí. Creo que todos vamos a ganar en esta época que acaba de empezar.

Abe dijo...

(y II)

A lo que estamos, tuerta. Creo que, como dice Jose, deberíamos abandonar la necesidad de poner etiquetas a todo porque vemos que la realidad es terca y hemos visto a editoriales "profesionales" y "grandes" vender mierda empaquetada con lacitos rosa, y a editores "indie" vender cosas muy dignas y ajustadas. Creo que, en definitiva, lo que debe primar en una editorial de juegos es la devoción por la calidad de lo publicado y la rabiosa necesidad de buscar lo nuevo, de explorar nuevos territorios y de lanzar nuevos valores al mercado.

Sólo, y estoy convencido firmemente de esto, sólo la búsqueda de la innovación y la ilusión por el trabajo bien hecho deben ser las etiquetas que cuelguen de Ludotecnia y de cualquier editorial que ahora o en el futuro, publique rol en España.

Volviendo al principio y a lo que decían Bulldozzzer y Jose en su artículo, creo que "madurez" es la palabra clave: el rol en España ya está alcanzando la mayoría de edad, se ha vuelto ("indie" y "no-indie") serio y formal. Como un vino bien cuidado, tiene cuerpo y sabe ser largo en boca. Y además, iniciativas como la de Ludotecnia y tantos otros que empiezan ahora con ilusión energía y ganas, le permiten mantener la fruta y los tonos chispeantes de un vino joven.

Las "grandes" deberían alegrarse de que estemos aquí. Creo que todos vamos a ganar en esta época que acaba de empezar.

Calaboso dijo...

Es que indie no es ni "pequeño" ni "aficionado". Indie en sus inicios como término, diría yo, del cine o de la literatura, venía a significar "independiente". Es decir, que el autor realiza el trabajo que quiere sin rpesiones mercadotécnicas de quien pone el dinero. Esto, en autoedición, es fácil de hacer. Cuando te edita otro es más complicado. En este sentido, yo creo que un producto será más o menos indie no dependiendo del dinero que haya detrás o de los deseos de venderse más allá de nuestra frontera, sino de la libertad con la que el juego haya sido realizado conforme a los deseos del autor..

Abe dijo...

A lo que estamos, tuerta. Creo que, como dice Jose, deberíamos abandonar la necesidad de poner etiquetas a todo porque vemos que la realidad es terca y hemos visto a editoriales "profesionales" y "grandes" vender mierda empaquetada con lacitos rosa, y a editores "indie" vender cosas muy dignas y ajustadas. Creo que, en definitiva, lo que debe primar en una editorial de juegos es la devoción por la calidad de lo publicado y la rabiosa necesidad de buscar lo nuevo, de explorar nuevos territorios y de lanzar nuevos valores al mercado.

Sólo, y estoy convencido firmemente de esto, sólo la búsqueda de la innovación y la ilusión por el trabajo bien hecho deben ser las etiquetas que cuelguen de Ludotecnia y de cualquier editorial que ahora o en el futuro, publique rol en España.

Volviendo al principio y a lo que decían Bulldozzzer y Jose en su artículo, creo que "madurez" es la palabra clave: el rol en España ya está alcanzando la mayoría de edad, se ha vuelto ("indie" y "no-indie") serio y formal. Como un vino bien cuidado, tiene cuerpo y sabe ser largo en boca. Y además, iniciativas como la de Ludotecnia y tantos otros que empiezan ahora con ilusión energía y ganas, le permiten mantener la fruta y los tonos chispeantes de un vino joven.

Las "grandes" deberían alegrarse de que estemos aquí. Creo que todos vamos a ganar en esta época que acaba de empezar.

alberto_orco dijo...

Siguiendo este último razonamiento y sin intención de etiquetar a nadie, Ludotecnia debe de ser una de las editoriales de rol más indies del territorio patrio.

Saca según siente, y no movida por el mero mercadeo que se estila hoy en día por este mundillo.

En mi opinión, un requisito indispensable para que una editorial (o un freak cualquiera como yo mismo) pueda considerarse indie es la intención de ofrecer un producto con alma, con sentimiento. No un sacacuartos cualquiera.

A todos los aficionados nos gustaría vivir/mal vivir/subsistir del rol, pero no deberiamos perder jamás el norte respecto a lo que es una publicación digna y respetable.

Dixit

alberto_orco dijo...

Por cierto, se ha fijado alguien en que la imagen que acompaña esta entrada podría ser una posible portada de "el peregrino" ???

Interesante como poco, no os parece???

Francisco Bravo (Bulldozzzer) dijo...

En mi opinión Alberto, todo tipo de creación debería ser siempre así, imperativamente. Para mí lo raro, lo extraño, es lo otro. Jamás entenderé como el arte se deja supeditar a los intereses económicos y de cuyo resultado en la mayoría de los casos se desprende el horror y la vergüenza ajena, que es lo que yo siento cada vez que pongo la radio o voy al cine.

Pero la culpa no es de los que comercian con el arte, si no de los que se dejan maniputlar por estos, o tanto idiota escaso de talento y sobrado de suerte (llámense padrinos, por poner).

Abe dijo...

Estoy de acuerdo en todo lo que se dice. Bueno, no sé si llamaría arte a escribir juegos de rol, ja, ja, ja, pero sí que es creativo, no cabe duda. Lo que sí queda claro -y en ese ente abstracto llamado "afición" como en nosotros- es que es posible en el rol nacional un trabajo que, permitiendo la creación libérrima por parte de los autores (lo que llamaríamos espíritu "indy") a la vez contenga un grado muy elevado de buena factura formal (lo que llamaríamos espíritu "comercial") y que, por tanto, satisfaga los requisitos del público al que vaya destinado.

Hasta ahora se nos ha hecho creer que lo "indy", es decir, lo libre, lo audaz, lo innovador, era patrimonio de los pequeños, no de los grandes, incluso que era cosa de chapuzas. Por el contrario, lo bien hecho, lo bello, era privilegio de las editoriales asentadas -incluso, en el colmo de la perversión, se nos ha querido invertir el razonamiento: lo bien hecho lo era en la medida en que lo presentara una editorial "grande".

Pues bien, si algo hay que destacar de la nueva andadura de Ludotecnia es que creemos que puede ser de otra manera y que vamos a intentar que se haga de esa otra manera. Desde luego, por ahí, sí que va a ser difícil pegarle una etiqueta a Ludotecnia en la espalda. Y es algo que agradecerán muchos, grandes y pequeños, "comerciales" e "indies".

Puede que Ludotecnia siga siendo el puto ejército de Pancho Villa, pero este ejército también pega tiros. Y muchos, que ahora tienen pretensiones de gran multinacional, acabarán haciendo las cosas como Ludotecnica. Y si no, al tiempo.

Francisco Bravo (Bulldozzzer) dijo...

A mí es que conceptos como grandes, pequeños, indies y toda esa parafernalia etiquetadora que considero necesaria y útil, siempre me ha traido sin cuidado; así como las críticas u opiniones ajenas de cualquier cosa. Yo escucho, veo o leo algo, y tras eso veo que me aporta, analizo si creo que es bueno y porqué, o qué carencias tiene, y tras ese ejercicio dictamino si es de mi gusto o no.

En realidad considero que es lo normal, lo que todo hijo de vecino debería hacer (pensar por sí mismos), pues en el rol como en todo lo demás (quizá menos que en otras lides), hay buenas mierdas, algunas bien maquetadas y diseñadas (las menos) y otras que ni eso.

Así que lo dicho, yo en lugar de tanta cháchara sobre si es o no es, analizo resultados que es lo único que me interesa en todo esto.

:)