¿Quién no ha soñado con manipular un mundo para dar lugar a otro?
Por suerte, los libros que componen Cliffhanger forman parte de un enorme puzzle que tiene un sustrato común, el sistema «Madre», lo que en cristiano significa que cuando el aficionado lo entienda y se acostumbre a utilizarlo más allá de lo que han considerado pertinente los autores de cada uno de sus libros, podrá abrir de par en par la puerta a la generación de creativos crossovers cuyos límites vendrán impuestos unicamente por lo que dé de sí su imaginación.
¿Acaso no es posible que dos pilotos de avionetas fumigadoras se batan en duelo sobre los cielos de nuestra meseta peninsular, por dirimir las cuentas pendientes surgidas a cuenta del amor de una moza? ¿Acaso no es posible que los gatos de la vieja Roma lucharan tanto o más que sus amos por la supervivencia de la República? ¿Acaso no es posible...?
Eso sí, si de manipular Cliffhanger os sale un monstruo, los únicos responsables seréis vosotros. Que conste.
3 Comments
Que grande la imagen de dos fumigadores batiéndose en duelo sobre un campo de trigo a bordo de dos viejas y destartaladas avionetas disparándose postas loberas con un par de escopetas paralelas.
Evocadora imagen, sin duda.
Podrías haber avisado antes. El monstruo ya ha salido y le ha crecido hasta bigote.
¿y qué es el resultado comparado con el placer de cambiar los mundos? Reinventar o morir [je,je,je]
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