Los festivos son días asombrosos. No hay que hacer nada o casi nada, y esto último puedes llevarlo a cabo cuando te venga en gana, sin prisas, a tu ritmo... a ritmo de samba si te apetece, o incluso dejarlo para el lunes porque nadie lo va a notar.
Hoy por ejemplo, es el día que dedicamos a La Constitución para que La Inmaculada Concepción no se quede sola. Por avatares del calendario ha caído en viernes y hemos decidido volver a puerto a rellenar las bodegas y los silos de misiles. Quizás más tarde, demos a la tripulación una jornada de asueto y holganza, pero de momento, toca daros a vosotros los buenos días.
Nos leemos.
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Egunones gentecilla.
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