Si te ha satisfecho nuestro Cliffhanger número 003, Roma, tal vez vaya siendo hora de que te plantees de dónde venimos, hacia dónde vamos, y cuáles son los peligros reales que nos acechan como sociedad. Si no te gustó, tal vez Svbvra te sorprenda tanto que acabe gustándote.

Juan Cuadrado, autor de Del Lobo y el Águila (suplemento para Mutantes en la Sombra, 1998) y de Era de Acuario (Cliffhanger #006) entre otros textos para esta casa, amante insaciable de la Historia, sus causas y sus consecuencias, se adentra con pie firme y afilada pluma en el interior de la ciudad más populosa del mundo antiguo para mostrarnos sus infectas entrañas. El viaje merece la pena.

«Estás en la Roma del siglo I. Pocas veces en la historia de la humanidad se han encontrado juntas tantas luces y tantas sombras. Las luces han sido presentadas en numerosas ocasiones: las águilas, los césares cubiertos de púrpura, las legiones de hierro, desde las heladas cimas de Caledonia a los ardientes arenales africanos, y los ríos de oro y seda afluyendo a la capital del mundo, la eterna Roma.

Pero ahora vamos a enseñarte las sombras. No. Vamos a enseñarte el lugar donde la sombra es más oscura. Vamos a enseñarte donde, en medio del lujo y la gloria, la negrura es más intensa. Vas a conocer el barrio de Subura, el hogar de todos los vicios y todos los delitos de la Roma imperial. 


Subura es el nombre del barranco que se extiende entre las colinas del Viminal, el Quirinal, el Esquilino y el Oppio, al nordeste del Foro y del Capitolino.

En el Palatino está el palacio imperial. La residencia de César. Pero no debemos pensar en un Olimpo en la Tierra ni en el hogar el más virtuoso de los ciudadanos, como imaginó Augusto. El Palatino es la residencia de los más tenebrosos descendientes de Julio César, su hijastro Tiberio y su nieto Cayo Germánico, llamado Calígula. Éste es el espacio temporal de Subura: el de los emperadores monstruo, el de la degeneración y el crimen, las proscripciones y las ejecuciones de madrugada, el del poder absoluto de dos dementes sobre el Estado más grande de su época y sobre las vidas de sus habitantes.

A la vuelta del cambio de era, Subura se ha convertido en un cenagal de vicios y crímenes donde un populacho degradado malvive y, a la vez, es hábilmente manipulado por las autoridades. Al piadoso Augusto le siguieron dos monstruos con forma humana, tío y sobrino, dos seres degenerados, desprovistos de cualquier asomo de moralidad personal o pública. Tiberio y su sobrino Calígula eran dos personalidades al límite para los que la manipulación y el crimen no eran sino otros aspectos de su poder absoluto. Cualquier idea, por aberrante o siniestra que fuera, puede ser apoyada por las multitudes del barrio si se acompaña del reparto de trigo gratuito o de un fastuoso espectáculo en el circo. Aquel magma humano, ciego y convulso, es a la vez espectador y actor del decadente espectáculo de una Roma en el auge de su poder pero en las horas más bajas de su moralidad. Los habitantes de Subura son el reflejo y los peones ideales de la maldad y la vileza ilimitadas que se han asentado en el Palatino y que van a extender su macabro manto sobre Roma durante tres décadas.

Éste es el mundo que te proponemos. Un mundo peligroso y hostil, un mundo pequeño, apenas un barrio en una ciudad, pero indudablemente un mundo seductor, un teatrillo de las miserias (y quizás de alguna grandeza) del alma humana. ¿Querrás entrar en sus hediondos callejones? ¿Sabrás sobrevivir a sus esquinas oscuras y a sus filos traicioneros? Svbvra te abre esa puerta.»

Svbvra, las cloacas de Roma

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martes, 10 de diciembre de 2013

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