No, no nos vamos de vacaciones ni cerramos por fiestas, y aunque el eslogan (uno parecido, para qué vamos a engañarnos) ya lo utilizamos para advertir que no parábamos en agosto pasado, lo reciclamos para comunicaros que tampoco bajaremos el ritmo en Navidades.

Habíamos pensado adornar a Santos Trinidad con un buen afeitado, un más que necesario paso por la peluquería, tal vez quitarle el cigarrillo de la boca y ponerle un par de bolas navideñas como pendientes, pero en los primeros bocetos vimos que la cosa ni iba con nosotros ni nos representaba, ni por supuesto tenía nada de festiva. Trinidad quedaba... ¿cómo decirlo? Muy políticamente correcto y algo folclórica, sí, eso, así que le hemos dejado tal cual, con ese aire amenazador que destila, aunque en el fondo sepamos que es un buenazo que no ha tenido la suerte de contar con un buen publicista.

¡Ea, no nos distraemos! Seguiremos al pie del cañón, estáis avisados.

Nos leemos.

Tampoco habrá Navidad para los malvados

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viernes, 20 de diciembre de 2013

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