«Prometheus fue la primera organización que creó Werner Kaufmann y la semilla de la que brotarían todas las demás. La intención original era tremendamente simple: conseguir los fondos necesarios para asegurar que los Mutantes Libres pudieran enfrentarse a sus enemigos. El camino para alcanzar esa meta era doble. En primer lugar, el inmenso poder como precognitor de su fundador hacía posible el milagro de la multiplicación de los marcos y los dólares. Cuando alguien capaz de ver el futuro invierte en productos financieros, no existe lo que los demás califican como "alto riesgo". En segundo lugar, los primeros Mutantes Libres poseían un recurso valiosísimo: sus propios poderes. 

De forma voluntaria se pusieron al servicio de aquellos que estuviesen dispuestos a pagar el precio que los propios M decidieran. Los clientes nunca sabían qué métodos se usaban para resolver sus problemas y, como valor añadido, se establecían valiosos contactos con los ricos y los poderosos del mundo entero.

Todo esto, hoy por hoy, forma parte de la historia. Las inversiones basadas en el uso de precognitores se siguen realizando, pero de forma mucho más cuidadosa para evitar despertar sospechas. En cuanto a prestar los servicios de mutantes al mejor postor, se hace solo en ocasiones extremadamente puntuales y casi siempre como pago de favores importantes. Se considera que es una actividad demasiado arriesgada para la seguridad de toda la red y, sobre todo, hay una cierta reticencia ética a este tipo de actividades. La vida de la gran mayoría de los Mutantes Libres ha pasado por un periodo de esclavitud. Ser un esclavo significa ser poseído por otro ser humano. Ser alquilado no es tan diferente de ser poseído. Las connotaciones negativas son lo suficientemente importantes como para que, como mínimo, ésta sea una cuestión problemática para muchos de ellos.



La organización en la actualidad es bastante diferente de la original e infinitamente más compleja. No existe una corporación llamada Prometheus, si no una red de empresas, holdings, holdings de holdings, instituciones financieras e inversiones de todo tipo. Se trata de una telaraña de una sofisticación inimaginable, anclada sólidamente en una serie de paraísos fiscales y prácticamente imposible de desenmarañar. Una auditoría a fondo que revelase todos los secretos y pusiera al descubierto a todos los testaferros y sociedades fantasma llevaría un tiempo enorme. Para cuando estuviera finalizada habría quedado obsoleta, puesto que el entramado se transforma y reorganiza constantemente. De hecho, si todos los Mutantes Libres fueran eliminados de la faz de la tierra, su red de intereses económicos seguiría funcionando por tiempo indefinido mientras los beneficios seguirían a apilándose en millares de cuentas bancarias por todo el mundo.

Para facilitar la explicación, imaginemos que Prometheus sí que fuese una corporación empresarial al uso. Sin olvidar que se trata de una metáfora, podríamos ver que consta de tres partes.

FINANCIERA
Sus funciones son dos. La primera,  la especulación pura y dura, en la que se compran y venden todo tipo de acciones, futuros, derivados, bienes inmobiliarios…  El único fin es el lucro. Para ello se emplean una serie de fondos de inversión, otras empresas relacionadas con Prometheus  e incluso los portfolios personales de infinidad de agentes, colaboradores  externos o simples hombres de paja.  La segunda es la compra de acciones por razones estratégicas. Estamos hablando por ejemplo de adquirir paquetes suficientemente grandes como para tomar el control de una compañía. A veces las dos funciones se dan de forma simultánea: hay empresas controladas por Prometheus en las que tiene una participación mayoritaria a largo plazo, pero que no cumplen otra función estratégica que la de generar beneficios… No hay reglas preestablecidas en blanco y negro. Si una inversión es lucrativa, se realiza. Si hay ventajas añadidas, mejor todavía.

INDUSTRIAL
Prometheus controla multitud de empresas, bien participando en su accionariado o bien porque las ha creado partiendo de cero. No todas estas compañías están gestionadas directamente por mutantes: en muchos casos los directivos ni siquiera saben quienes son realmente sus accionistas mayoritarios. De hecho los pocos C.E.O. mutantes que sí son empleados suponen un quebradero de cabeza constante para Aspis.

¿Para qué quiere Prometheus poseer una empresa? Las posibilidades son muchas.  Podría ser para servir de tapadera a las actividades de Heracles. Una línea aérea, por poner solo un ejemplo, resultaría perfecta para mover agentes por todo el mundo junto a los pasajeros "reales". También podría tratarse de una compañía dedicada a la alta tecnología en la que pueden trabaja con tranquilidad los batas blancas de la Fundación Kaufmann o producir alguno de sus diseños.  A veces podría darse el caso de que un servicio M está interesado en algo que produce esa misma empresa: poseerla es una forma perfecta de asegurarse de que eso no suceda. Corporaciones dedicadas a sectores tales como la ceración de software de uso militar también pueden aportar contactos e influencias políticos cuyo valor va mucho más allá de lo que pueda mostrar el balance de resultados. A menudo los enemigos de los Mutantes Libres se sirven de corporaciones para sus siniestros planes. En situaciones así una participación, incluso minoritaria, ayuda a hacer realidad las inmortales palabras de Don Vito Corleone: "mantener cerca a tus amigos pero más cerca aún a tus enemigos". La cita original es de Sun Tzu pero, de nuevo, las posibilidades son infinitas.

LAVANDERÍA
A menudo, blanquear el dinero que produce Prometheus es un más complicado incluso que generarlo. Para ello se utiliza una estructura de testaferros, sociedades fantasma y toda una serie de trucos de ingeniería financiera. De esta forma se hace posible que Heracles pueda mantenerse operativa y de que las organizaciones que componen la Fundación Kaufmann sean capitalizadas de forma absolutamente legítima.»

Puto dinero [Prometheus]

Publicado el

miércoles, 19 de junio de 2013

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