Aunque todavía no están a pleno rendimiento, los motores de la editorial empiezan a granjearnos alguna que otra alegría.
Este pasado fin de semana, por ejemplo, Agustín y yo hemos aprovechado para ir puliendo la portada de Mundo Eterno a partir del esquema que presentábamos aquí mismo hace unos días. Como para eso sirven los bocetos, precisamente, hemos integrado unas texturas por aquí, separado unos planos por allá, o enfatizado algunos elementos gráficos en detrimento de otros; por último, hemos trasladado el título y el nombre del autor a la zona baja izquierda de lo que será la portada, para dar mayor protagonismo a la cara y facciones del personaje humano.