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diciembre 2013
Hoy, por si no lo recordábais, es 30 de diciembre de 2013. Una jornada como otra cualquiera, sí. Un día como otro, sí. El anterior a Nochevieja, sí... pero también la fecha en que concluye el plazo de presentación de obras al Primer Criterium Cliffhanger Adventures, a las 23:59, sí.
No es por nada, pero sólo os quedan unas horas y a nosotros mucho trabajo por delante a partir de mañana. Nos leemos.
Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, o lo que es lo mismo, que la presentación de la portada de Auros que hicimos el otro día lleva camino de convertirse en la entrada con más visitas de este año (293 en el momento de escribir estas líneas; y lo que te rondaré, morena), tal vez sea momento de refrescaros la memoria sobre el que será nuestro Cliffhanger número 013, escrito y diseñado, como sabéis, por Oliver Bueno, a quien ya conocemos por su imagen pública en Tiro al Friki y por habernos deleitado con Mundo Eterno (Cliffhanger número 005).
Pero mejor nos dejamos de bobadas y vamos al grano, eso sí, de la mano de Oliver y de su Auros:
No, no nos vamos de vacaciones ni cerramos por fiestas, y aunque el eslogan (uno parecido, para qué vamos a engañarnos) ya lo utilizamos para advertir que no parábamos en agosto pasado, lo reciclamos para comunicaros que tampoco bajaremos el ritmo en Navidades.
Habíamos pensado adornar a Santos Trinidad con un buen afeitado, un más que necesario paso por la peluquería, tal vez quitarle el cigarrillo de la boca y ponerle un par de bolas navideñas como pendientes, pero en los primeros bocetos vimos que la cosa ni iba con nosotros ni nos representaba, ni por supuesto tenía nada de festiva. Trinidad quedaba... ¿cómo decirlo? Muy políticamente correcto y algo folclórica, sí, eso, así que le hemos dejado tal cual, con ese aire amenazador que destila, aunque en el fondo sepamos que es un buenazo que no ha tenido la suerte de contar con un buen publicista.
¡Ea, no nos distraemos! Seguiremos al pie del cañón, estáis avisados.
Nos leemos.
La tercera edición de un juego como Mutantes en la Sombra nos está suponiendo un esfuerzo narrativo y reglamentario, resulta obvio decirlo, pero también nos está obligando a enfocar el diálogo que mantenemos desde el manual con sus destinatarios. En cierto sentido ejercemos de viejos agentes mostrando a noveles ese mundo tan parecido al nuestro en la terraza de un lugar tan lejano como ignoto, y no es un ejercicio fácil.
En 2009, el propio J&F hacía de maestro de ceremonias en las líneas de más abajo. Tal vez sea un buen momento para recordarlas:
Se acercan las Navidades y uno piensa que va a tener tiempo para hacer esas cosillas que siempre se dejan para cuando se supone que hay tiempo... ¡Error. En Navidades el tiempo se dilapida entre vapores etílicos y digestiones complicadas, cuando no se evapora como por arte de magia preparando con los amigotes las resacas y las digestiones pantagruélicas!
Se acercan las Navidades y uno piensa que para el 30 de diciembre aún quedan unos cuantos días, en todo caso suficientes como para acercarse al ordenador y terminar esa aventura que comenzamos hace ya unos meses... ¡Error. Las Navidades son como las minas de Moria. Uno sabe cuándo y cómo entra en ellas, pero jamás si saldrá entero o será descuartizado por un cuñado o la suegra en la cena de Nochebuena!
Hay imágenes que valen por 1.000 palabras, imágenes que hablan por sí solas, y luego, imágenes que valen su peso en oro. Ayer mismo, Raúl Martínez aka «Chuky» nos entregaba la portada de Auros y la central de Gorliz parecía una piscina después de horas y horas de babeo.
Tras un pequeño y rápido montaje de todos los sacramentos que distinguen nuestras cubiertas para la serie Cliffhanger, el resultado no puede ser más sugerente. ¿A que mola?
Nos leemos.
Seguimos dando contenido a la etiqueta «El viento que susurra en la colina», esta noche con un preciso texto de... Bueno, hoy tampoco importa.
«Los golpes resonaban en la herrería. El vapor de agua inundó el aire cuando un fornido Bram introdujo el hierro candente en la cuba junto al yunque. Su padre, sentado a poca distancia, revisaba las cuentas de los materiales y las deudas pendientes alternando su atención con el trabajo que realizaba su hijo, mientras sujetaba con los dientes una gastada pipa de madera.
Aunque cada autor es libre de cómo abordar la Creación de Personajes en su Cliff, lo cierto es que si nos ponemos a mirar en los primeros siete números publicados, una buena mayoría de ellos ha optado por la aplicación de arquetipos con valores o requisitos fijos en una fórmula mixta con reparto de puntos de creación.
A nuestro modo de ver es un modo equilibrado (y bastante seguro) de ofrecer un abanico de creación lo bastante amplio como para que los jugadores no caigan en la monotonía, pero no hay que olvidar la vocación de cada juego —desde el «one shot» de una tarde hasta el que posibilita dilatar la crónica en una campaña de muchas sesiones— y las posibilidades del Sistema Madre, por lo que nuestra recomendación pasa inevitablemente por animar a cada diseñador a que valore primero cuál es el espíritu de su propuesta y posteriormente vea cómo encajar la mecánica sin temor a asumir riesgos, de manera que ésta, además de servir al proyecto en su conjunto, como no podría ser de otra manera, permita posteriormente al Árbitro de Juego y Jugadores explorar más alternativas.
¿Por qué nos atrae tanto Roma? Nuestra cultura, hija de tantas aportaciones, tan mestiza (como todas) y aluvial ¿por qué siente esa fascinación por el viejo Imperio? Nos planteábamos esta pregunta cuando nos dimos una respuesta: Roma nos gusta porque es tan parecida a nosotros que es difícil no vernos reflejados en su espejo. La grandeza de Roma nos parece precursora de la de nuestra propia civilización, su poder militar, su magnificencia, su riqueza, incluso el miedo a su declive… Pero ¿y sus vicios y miserias? ¿Nos podríamos sentir igual de identificados con los peores aspectos de la Roma imperial? ¿Veríamos en su degradación la misma que, como un fantasma, parece poblar nuestros miedos?
Si somos capaces de ver con una mezcla de admiración y miedo la historia más brillantes del Imperio romano ¿veríamos con la misma empatía el legendario barrio de Subura, las calles más populosas pero también más oscuras y peligrosas de la Roma antigua? A partir de esa reflexión, poco a poco, fue surgiendo la idea de SVBVRA, el juego, y pareció apoyarse en varias negaciones.
Diario de diseño: SVBVRA
Publicado el
lunes, 16 de diciembre de 2013
Ya os comentábamos hace unos días lo que íbamos a hacer este fin de semana, así que con vuestro permiso seguimos llenando la etiqueta «El viento que susurra en la colina» con un nuevo aperitivo:
«—Haz que se calle… —El susurro apenas arañó el silencio, pero bastó para que la orden fuese ejecutada sin dilación ni preguntas por la sombra más grande y espesa de todas, la misma que retrocediendo unos pasos buscó entre las demás una mucho más difusa y pequeña para advertirla esgrimiendo una daga, que por su bien y el del grupo recordara que los degollados no hablan. La calma recuperó inmediatamente su espesor en la lechosa profundidad de la niebla…
Estrenamos etiqueta porque conviene que nos vayamos familiarizando con «El viento que susurra en la colina» y porque disponer de un enlace directo al material que iremos mostrando, nos facilitará la labor de ir paladeando el conjunto al que pertenecen los pedazos que compartiremos con vosotros.
De momento la etiqueta sólo es útil con esta entrada, pero mañana domingo o incluso en algún tiempo muerto entre semana, trataremos de ir enlazando todas aquellas entradas que aluden al libro de relatos que estamos preparando. De momento, ahí os va un nuevo entremés que corresponde al relato «Un mal negocio», cuyo autor... Bueno, dejemos el asunto de ir poniendo nombres para cuando sea realmente imprescindible.
Es viernes y la semana ha sido intensa. ¿Qué tal si la terminamos oliendo un poco a pólvora, aunque sea como aroma de fondo, como sinfonía de acompañamiento a un ratito de buena lectura? 18ª Enmienda, como sabéis, es el Cliffhanger más anómalo de los que hemos parido. En vez de hacer primero el texto y después «ponerle» ilustraciones, como manda la ortodoxia, elegimos al mejor ilustrador y posteriormente, Omar arropó sus viñetas con un juego denso, pleno de segundas intenciones y saturado de una realidad que nos suena de algo y en la que apetece sumergirse bien pertrechado: unos buenos colegas, una 1911 al cinto y en las manos, la inseparable Thompson de tambor característico.
Los enemigos ya vienen puestos, lo malo es que uno nunca saben en qué bando juegan mientras impera la Ley Seca. Con todos ustedes algo de 18ª Enmienda, sean bienvenidos.
[Descarga]
Dentro de unos días haremos una pequeña reflexión en la web editorial acerca de nuestra posición frente a las jornadas y eventos, que lamentablemente (quien avisa no es traidor) es totalmente coincidente con la que hicimos a comienzos de año al respecto de nuestra experiencia con Mundo Eterno durante 2012.
Conocemos las causas y somos conscientes de que hacerlas públicas puede hacerse sentir agraviado a más de uno, pero de vez en cuando conviene poner las cartas sobre la mesa y es lo que vamos a hacer, ya que nuestra actividad en jornadas, si bien durante 2013 ha sido más reducida, sigue siendo insostenible ya que no vendemos en eventos y por lo tanto no encontramos ningún tipo de retorno económico en ella.
Quedan menos de tres semanas para que concluya el Criterium Cliffhanger Adventures, y tal y como os prometimos, no vamos a dejar de daros la vara hasta que os entre en la mollera que el día 31 de este mes ya será tarde para participar, advirtiéndoos de paso, que como herr Doktor lea por ahí alguna insinuación al respecto de que hemos dado poco tiempo o poca repercusión a la convocatoria, se le van a poner los ojos en blanco, y ya sabéis lo que pasa cuando se le ponen los ojos en blanco...
¿No queríais oportunidades? Pues hala, leyendo, que todavía hay tiempo para escribir esas 8.500 palabras.
Criterium Cliffhanger Adventures, toma cuarta
Publicado el
jueves, 12 de diciembre de 2013
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Antes del 11-S, buena parte de la información que manejamos en la actualidad se consideraba fruto de mentes calenturientas. Echelon, el programa Carnivore, HAARP, la mera posibilidad de que los servicios secretos de las grandes potencias estuvieran metiendo sus narices en nuestras cocinas con la ayuda de las compañías informáticas... Todo, todo era conspiración.
Sin embrago, tras los dramáticos sucesos ocurridos en Manhattan en septiembre de 2001, la conspiración dejó de serlo. Casi por arte de magia, aquello que era fruto de las mentes calenturientas unas semanas antes comenzó a ponerse en marcha y de manera diáfana por el bien de occidente y sus mansos y acomodados ciudadanos. La guerra contra el terror también se vencía ofreciendo a la gente la sensación de que las administraciones estaban preparadas para defenderla, y el mundo, nuestro universo conocido, comenzó a vibrar de manera diferente.
Tuve la suerte en su momento, de participar hace tiempo como jurado para la edición de Cazatalentos de Ludotecnia, en el que entre otras grandes obras, pude dar su primer vistazo y votar a favor de Babylon, uno de los títulos de la colección Cliffhanger de la editorial. Grata sería la sorpresa de recibir a posterior la invitación de poder ilustrar este gran título, al que le tengo un especial cariño, por varios motivos.
No cabe destacar, que el primero de ellos sería la colaboración por primera vez con Ludotecnia, editorial con la que guardo muchos puntos de vista de cómo deben hacerse las cosas, esa es la verdad.
No cabe destacar, que el primero de ellos sería la colaboración por primera vez con Ludotecnia, editorial con la que guardo muchos puntos de vista de cómo deben hacerse las cosas, esa es la verdad.
David Lanza, confesiones de un convicto en Babylon
Publicado el
miércoles, 11 de diciembre de 2013
Reconozcámoslo, esto de establecer «rankings» es una moñada como la copa de un pino, pero mola de vez en cuando echar cuentas de los ejemplares vendidos para que el personal esté informado.
Así, si el otro día os advertíamos de que con ¡Gañanes! y Dogfight es posible que no lleguemos a Navidades, hoy toca sacar pecho por arriba, y es que a pesar de no contar con Belén Esteban entre nuestros autores disponemos de superventas, y entre ellos, de auténticos reyes del mambo, como es el caso de Era de Acuario, obra de nuestro compañero Juan Cuadrado.
Dice la Wikipedia: «La maldición del faraón es la creencia de que sobre cualquier persona que moleste a la momia de un faraón del Antiguo Egipto cae una maldición por la que morirá en poco tiempo. Existía la creencia de que las tumbas de los faraones tenían maldiciones escritas en ellas o en sus alrededores, advirtiendo a aquellos que las leyeran para que no entrasen. La maldición asociada al descubrimiento de la tumba del faraón de la XVIII dinastía Tutankamón es la más famosa en la cultura occidental. Muchos autores niegan que hubiese una maldición escrita, pero otros aseguran que Howard Carter encontró en la antecámara un ostracon de arcilla cuya inscripción decía: "La muerte golpeará con su bieldo a aquel que turbe el reposo del faraón".»
Bien, ahora sabemos someramente en qué consiste «La Maldición del Faraón» aunque nos queda por ver qué utilidad puede tener en un juego como Saqueadores de Tumbas, donde inevitablemente la muerte de los PJ, si es que tal desenlace llegase a tener lugar, sería una consecuencia más o menos natural de los avatares sufridos por éstos en el interior del hipogeo.
Si te ha satisfecho nuestro Cliffhanger número 003, Roma, tal vez vaya siendo hora de que te plantees de dónde venimos, hacia dónde vamos, y cuáles son los peligros reales que nos acechan como sociedad. Si no te gustó, tal vez Svbvra te sorprenda tanto que acabe gustándote.
Juan Cuadrado, autor de Del Lobo y el Águila (suplemento para Mutantes en la Sombra, 1998) y de Era de Acuario (Cliffhanger #006) entre otros textos para esta casa, amante insaciable de la Historia, sus causas y sus consecuencias, se adentra con pie firme y afilada pluma en el interior de la ciudad más populosa del mundo antiguo para mostrarnos sus infectas entrañas. El viaje merece la pena.
Cuando abandonamos la distribuidora generalista con la que trabajábamos hasta abril pasado, nos confirmaron que en sus almacenes quedaban menos de 200 ejemplares de ¡Gañanes! y Dogfight. Una vez en solitario, ante la necesidad de mantener vivo nuestro catálogo, en mayo reimprimíamos otros 200 ejemplares de cada uno. Hoy es el día en que apenas nos queda menos de una caja pequeña —llevan 50 ejemplares en su interior y habrá como unos 35 tanto de una como de otra referencia—, lo que nos pone en que seguramente no lleguemos a Navidades con nuestros Cliffhanger números 001 y 002.
La noticia en sí es buena, por no decir magnífica. No todos los días se puede decir que se han vendido 1.200 unidades de un título y menos con los tiempos que corren, pero como toda buena nueva ésta también encierra su bonita parte del lado oscuro de la fuerza.
«El viento que susurra en la colina», libro de relatos cuyo título ayudásteis a elegir vosotros, está en esa fase de trabajo en la cual quedan algunos retoques en la maqueta y meterse de lleno con las ilustraciones para rellenar los huecos que ahora son simples páginas en blanco.
Esta semana que viene, más bien a finales que a principios, comenzaremos a ilustrarlo. Va a ser una labor ardua pero esperamos tener este apartado terminado antes de que los Reyes Magos nos visiten, aprovechando que las Navidades son un territorio abonado para encontrar la tranquilidad que otras épocas del año cicatean tanto. A partir de ese instante, cada relato, maquetado y con todos sus sacramentos, será remitido a su correspondiente autor (o autores) en aras de que se sancione que todo está en su sitio o en su caso, para que los revoltosos nos trasladen aquello que crean imprescindible modificar.
El ambiente carcelario seguramente no sea el más idóneo a la hora de plantearse pasar unas bonitas y tranquilas Navidades, o sí. Bien mirado, los penales están llenos de gente, fea y guapa, buena y mala, cobarde o valiente, leal o traidora, más o menos como ocurre en cualquier sitio, incluso en nuestras propias casas durante estas fechas tan señaladas.
Para celebrar que la comunidad baja la guardia por unos días, el «pater» renovará sin duda sus esfuerzos para que este año el coro suene como los ángeles, para lo cual ha recurrido a la ayuda del rabino y desde hace unas jornadas el Adeste Fideles y el Noche de Paz anegan con sus bellas notas cada una de las galerías. El alcaide, sensible a este estado de cosas, ha dispuesto que la presión de los guardias se rebaje, que los muchachos se sientan aún más cómodos y que en la cocina todo esté dispuesto para que la cena de Nochebuena no se olvide jamás.
Para los más ancianos del lugar, el título Audacia en el Desierto supone un aldabonazo en lo más profundo de su corazoncito de aficionados a Mutantes en la Sombra.
Por razones que no vienen ahora al caso, aquel proyecto jamás llegó a materializarse aunque en cuanto J&F Garzón tuvo oportunidad de sacarse la espina de lo ocurrido en la editorial a mediados de los noventa del siglo pasado, Iraq y Kuwait surgieron en el tejido de la tercera edición como si hubiesen estado esperando la oportunidad de aflorar bajo las arenas del desierto a poco que alguien se tomara la molestia de apartar algunas piedras y soplar sobre el abundante polvo del suelo.
No hay huelgas que mantener y hemos comenzado a recibir los primeros trabajos que participan en el Criterium Cliffhanger Adventures, concurso que lanzamos en septiembre pasado y cuyo plazo de terminación ampliábamos hasta finales de este mismo mes, así que esta vez no os vamos a dejar de la mano de Dios y os iremos recordando de vez en cuando que se acaba y que hasta primavera o verano que viene no habrá una segunda convocatoria.
Recordad, una aventura autoconclusa para cualquiera de nuestros primeros 7 Cliffhanger que habrá de estar escrita en un abanico de entre 8.000 y 8.500 palabras (tablas aparte). El sistema está a disposición de todos vosotros, bien «a la manera» correspondiente utilizada por cualquiera de los autores en sus respectivos libros: ¡Gañanes!, Dogfight, Roma, Mininos en la Sombra, Mundo Eterno, Era de Acuario o Saqueadores de Tumbas; o bien haciendo algo más creativo, usando para ello el sistema Madre 1.0 en estado puro, que como sabéis está en libre disposición y en formato descargable desde mayo pasado.
Os esperamos.
Criterium Cliffhanger Adventures, tercer llamamiento
Publicado el
viernes, 6 de diciembre de 2013
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Los festivos son días asombrosos. No hay que hacer nada o casi nada, y esto último puedes llevarlo a cabo cuando te venga en gana, sin prisas, a tu ritmo... a ritmo de samba si te apetece, o incluso dejarlo para el lunes porque nadie lo va a notar.
Hoy por ejemplo, es el día que dedicamos a La Constitución para que La Inmaculada Concepción no se quede sola. Por avatares del calendario ha caído en viernes y hemos decidido volver a puerto a rellenar las bodegas y los silos de misiles. Quizás más tarde, demos a la tripulación una jornada de asueto y holganza, pero de momento, toca daros a vosotros los buenos días.
Nos leemos.
En los pueblos lo que se empieza se acaba. Que llevas al novio al pilón en su noche de bodas... pues se le remoja para que se le quite el calentón. Que le has quitado la yegua al Sisto... pues no se la devuelves para que el dolor de cabeza le dure una eternidad, ¡ay pobrecico mío! Que tienes la baraja del bar tan marcada que ya se nota... pues arreando, hasta que haya que partirle a alguien la cara porque te llama tramposo.
Total, que habíamos dejado el otro día al Chuky y sus colegas Borja, Juan, Fran y Toni, usando los
jangaüts del Gugüel Plú para grabar una partidica de ¡Gañanes! y se ve que la han «terminau». Que tampoco lo creéis:
Jangaüt de Gugüel Plú [¡Gañanes!]. ¡Y va la última!
Publicado el
miércoles, 4 de diciembre de 2013
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Hay todavía, quien puede pensar que los Juegos de Rol no tienen aplicación en la vida diaria. Podría ser que se tuviera razón en un pensamiento tan agorero, pero recapacitad un poco: en cuanto cae la noche, las ciudades se llenan de sombras que buscan algo de comida entre la basura, o de jabalíes que abandonan la seguridad del bosque para encontrar alimento. Hace muy poco, en tierras vizcaínas, los buitres, antaño carroñeras, por falta de algo que llevarse a la boca atacaron una ternera...
No pretendemos ser aves de mal agüero pero en cuanto el neoliberalismo termine con nuestro añorado estado del bienestar y con lo que quede de nosotros, La Noche del Dragón tal vez deje de ser una quimera y en el fondo, no esté tan lejos como pensamos. Ahora mismo somos más esclavos que hace un lustro e Internet está plagado de soluciones que nos permiten tener luz sin disponer de bombillas, de calor sin necesidad de estufas... La electricidad, la energía, el agua en manos de unos pocos está consiguiendo que la pobreza avance, al igual que comenzarán a hacerlo pronto las enfermedades que creíamos erradicadas.
De nuestra experiencia como licenciadores, tenemos que reconocer que si bien Mutantes en la Sombra nos ha supuesto más quebraderos de cabeza que alegrías desde que lo dejamos en otras manos en 2001, Ragnarok nos ha granjeado muchas más de las segundas que de las primeras, porque desde el primero al último de los implicados en el desarrollo de la tercera edición de nuestro veterano juego de terror, independientemente de su éxito o no, se ha dejado lo que no está escrito en «comunicar» con el aficionado.
Como sabéis de sobra, actualmente son los integrantes de El Autómata quienes se están encargando de llevar a buen puerto la que sin duda será la mejor edición de Ragnarok, cosa de la que no nos cabe la menor duda. Su enfoque es radicalmente fabuloso, así, con todas las letras, y el esfuerzo de comunicación que están llevando a cabo Jose y Jonathan o Jonathan y Jose, como cabezas visibles del proyecto, literalmente nos parece que es para quitarse el sombrero.