Nos queda una semana de trabajo sobre Piratas del Vacío (más o menos) antes de que entre en imprenta, y con nuestro Cliffhanger número 008 se iniciará la trilogía de El Conglomerado, una misma historia vislumbrada desde tres perspectivas diferentes, de las que dos ya están completadas y a la tercera sólo le faltan como quien dice dos hervores, aunque para estas últimas aún queda tiempo hasta que se publiquen.
¿Por qué lo hemos hecho así. Por qué hemos trabajado casi el triple...? Bueno, es una pregunta en cierto modo sencilla que casi se responde sola: tenemos experiencia y no queríamos caer en los mismos errores que en el pasado.
Semilla de Acero (Mutantes en la Sombra), por ejemplo, comenzó estupendamente pero se fue desinflando en las sucesivas entregas de la trilogía que lleva su nombre, porque no era un todo sino tres volúmenes diferentes con un mismo argumento, que para colmo se escribieron en tres etapas demasiado distanciadas en el tiempo. Sin embargo, El Hogar de los Valientes (también de Mutantes en la Sombra), quedó redonda a pesar de ser una bilogía, porque cuando salía de imprenta el primer tomo, J&F ya había entregado el texto del segundo...
El tempo es importante o al menos nos lo parece, y en este sentido, y a pesar de que tenemos algunas trilogías inacabadas que fueron escritas también del tirón aunque no terminaron de publicarse (Los Muros de la Patria o El Tres fuegos, para MELS y Piratas!! respectivamente), hemos preferido atar todos los cabos, o casi todos en El Conglomerado, antes de alumbrar Piratas del Vacío, entre otras cosas porque ni os imagináis la cantidad de material de sus hermanos que hemos tenido que ir incorporando.
Pero mejor nos entretenemos hoy un rato con su introducción, pues ya tendremos tiempo de ir contando alguna de las peculiaridades que adornan Piratas del Vacío, que lo hacen imprescindible si queréis jugar a Xenomorpho o Brigadas Omega.
«Alejandro Magno increpaba a un pirata que había capturado echándole en cara su profesión. Soy pirata —se oyó responder— porque no tengo más que un barco. Si tuviera una flota, sería un conquistador. Alejandro le dejó en libertad.»
Carlos Fisas
Este libro que tienes en tus manos contiene un Juego de Rol que trata sobre gente que vive al margen de la ley y los preceptos morales, piratas en definitiva, que aún habitando un universo totalmente ficticio que los sitúa en el futuro, son idénticos a aquellos que han jalonado con sus lances vitales la historia de nuestro mundo, incluso similares a los que en la actualidad siguen ejerciendo una profesión tan antigua como la de prostituta, porque en el fondo, el asalto y la rapiña son consustanciales al género humano desde que el hombre es hombre.
Sin querer entrar a valorar ni a juzgar las razones que han llevado a los protagonistas de Piratas del Vacío a vivir del modo en que lo hacen —no es el propósito de este manual—, sí conviene matizar desde las páginas iniciales del libro, que éste está barnizado por una crudeza que puede llegar a herir sensibilidades, pero que es veraz porque la vida y la muerte y su brutal contraste, han definido a través de los siglos el formato específico en el que cabe encajar a un pirata, alguien de carne y hueso que por motivos de supervivencia se ha visto arrastrado a un modelo de convivencia con su entorno, que aún pudiéndonos resultar extraño o incluso inadmisible, a él le sirve para aguantar unos añitos más sin sucumbir a los avatares y servidumbres de la cara oscura de lo cotidiano.
En épocas relativamente recientes, primero la literatura y después el cine, los cómics y los videojuegos, han edulcorado su imagen hasta convertirla en la de un héroe, pero no nos engañemos, los piratas han sido siempre unos seres crueles, despiadados, profundamente amorales, que sin embargo encontraron en sus comunidades, hermandades o cofradías, una forma de hallarse en paz consigo mismos, y en las que encontraron asimismo, la seguridad y el apoyo que el mundo exterior les había negado.
Ya
no hay barcos como en la cita que abre Piratas del Vacío, ahora hay
naves espaciales y territorios desconocidos, pero la sustancia se
mantiene: son ellos, los piratas, o los otros. La única salida que
tienen, por si hacían falta más pistas.
De Piratas del Vacío.
2 Comments
La cosa promete, sis eñor. piratas espaciales... todo un clasico
Yo tengo una partida empezada a esto y mi personaje está desangrándose todavía en una habitación de motelucho de planeta provinciano... Como digo siempre, es culpa de Alberto, siempre lo es... XD
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