Ya sabemos que no es habitual admitir en público según qué debilidades, pero el churrasco infomático que sufrimos en primavera y el posterior trasladado de sede nos han dejado algo tocados, hasta el punto de que Jose ha decidido tomárselo con calma, meterse en el zulo y dejar que el trabajo y el silencio obren el milagro de que arranquemos definitivamente con Roma y Mininos en la Sombra, dos juegos que están prácticamente acabados pero a los que todavía les falta un último arreón que defina cuál va a ser la forma de trabajar a partir de ahora.
Así que queda dicho: hibernamos un poco y aunque a buen seguro sabremos cómo entreteneros, nos esperéis grandes novedades de aquí a Navidades.
Nos leemos.
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