Este blog se ha demostrado bastante interesante en cuestión de ayudas, pero como ocurre con todas las bitácoras, a veces se hace necesario introducirse en sus entrañas para rescatar viejas entradas que siguen teniendo vigencia pero que por unas razones u otras, han quedado arrinconadas.

En general sois perezosillos, mucho para ser sinceros, pero para poneros las pilas estamos nosotros, bien suministrando material a las tiendas, bien recordándoos que hay ayudas como la que traemos hoy a la primera plana para que podáis utilizarlas como el primer día, porque por fortuna, los PDF no envejecen ni se estropean como los libros.

A todos aquellos que nos seguís preguntando al respecto de cómo «ampliar» el diseño de hipogeo que aparece en nuestro juego Saqueadores de Tumbas, sin que los píxeles hagan más daño a vuestros jugadores que los monstruos y peligros que diseñaron Pedro y Critóbal, tenemos que deciros esta tarde que al poco de poner el libro en el mercado publicamos una entrada en la que aparecía un enlace a ese mismo plano, sin engorrosas señalizaciones pero a buen tamaño tanto de longitud como de anchura así como de resolución de impresión —Din-A3, escalable con una pérdida mínima de calidad a Din-A2 (420 × 594 centímetros)—, precisamente para que por dos perras en cualquier imprenta digital o fotocopiadora de barrio, incluso con algo de maña en la impresora de casa y armados del correspondiente «cello», pudiera resultaros útil en vuestras partidas, a todo color (viejuno) o en plan barato, en blanco y negro.


Vale, sí, debe pegar subidón como «jugón» de pelo en pecho esperar cinco o seis años a que se agote del todo y a que alguien con pocos escrúpulos te lo ponga en «E-Bay» por 50 Euros fingiendo que es una ganga, para conseguirlo en lucha sin cuartel con otro u otros aficionados y fardar luego con los colegas de que has pillado una reliquia que costaba 3,50 en origen con plano y todo ¡yuhú!, por «tan poco dinero». 

Pero seamos serios, estamos reponiendo el Saqueadores a las tiendas especializadas y el mapa sigue siendo gratis...

Bueno, tú mismo, que ya somos mayorcitos todos. Pero qué tal un Saqueadores de Tumbas como regalo a un buen amigo o alguien cercano —yo qué sé, tu abuela, tu novia, tu compañero de quehaceres diarios, un sobrino, el cartero, etcétera—, acompañado por un soberbio plano impreso sobre papel pergamino. ¿Mola, o no mola?

El hipogeo de Saqueadores de Tumbas

Publicado el

martes, 2 de septiembre de 2014

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