Los problemas en Ludotecnia se suelen resolver a lo bruto, a lo homínido primordial que ha visto una luz y no sabe por dónde le da el aire, que digamos.

¿Para qué andar falseando la realidad si se impone con cronometrada persistencia? Sí, sabemos de sobra que en otros lares, las correcciones de texto o los imprevistos se resuelven a toda leche por el bien del aficionado, aunque como en las novelas negras, siempre quedan rastros y huellas que desvelan la premura del asunto y lo falaz del artificio, y lo que es peor, que el aficionado, a la postre, además de suponer una recurrente y buenista excusa, va a ser quien pague los platos rotos de una praxis que hipoteca la calidad por el cumplimiento del calendario.

Ludotecnia es diferente. Para nosotros, la calidad es lo primero, y si suceden imprevistos o problemas, habituales en nuestro sector, como en otros, Herr Doktor pagará la vajilla nueva lidianado con lo que le toque...

A lo que vamos. La tan cacareada diversificación que ha significado tantas veces el bueno de Avatar en sus comentarios y escritos, pasaba más por adquirir una ventaja en la zona de producción que la asegurara, que por encontrar alternativas al modelo que utiliza la competencia, y aquí que nuestro amado líder se ha metido de lleno a resolver la cuadratura del círculo propuesto, al más puro estilo Homo Antecesor. Las portadas hasta el Cliffhanger número 12 están resueltas (Agustín Garriga nos ha sorprendido esta mañana entregando la suya). Las maquetaciones de los números 3 a 8 están articuladas y en proceso de terminación. Roma ya está en manos de su autor, Tiberio, para que pula, desdiga o corrobore, el trabajo de implementación de textos. Mañana, Martínez recibirá Mininos para que nos diga si le gusta el terminado o hay que cambiar algo.... Los dibujos y fotografías respectivas a cada volumen y los siguientes, llegan esta semana, a más tardar antes de mediados de la próxima...

Si la cosa va bien, cosa que esperamos, comenzaremos a recuperar retrasos a velocidad de vértigo. Si no ocurre, habrá que esperar, aunque poco. Lo que no haremos nunca será doraros la píldora para que traguéis con un escenario que supedita la calidad del producto a la velocidad de su producción, como si ello fuese exponente de profesionalismo y respeto al consumidor.

Ya os contamos.