Poco a poco vamos tomando el pulso del día a día después de las vacaciones de agosto. El aterrizaje ha sido forzoso, para qué andar con paños tibios, porque lejos de la previsible caída de trabajo externo, la cosa ha comenzado a todo trapo, lo que nos está obligando a meter algunas horas más de las recomendables para cumplir con nuestros objetivos editoriales mientras llegan los que todavía están descansando.

En fin, es sábado y toca disfrutarlo, y nada mejor para ello que comentar que Tierrafirme ya está en cola de inminente entrada en hangares. Si las cuentas no nos fallan, tras su bien merecido descanso en Polonia, su autor estará llegando a estas horas a casa, y según nos tiene prometido, a más tardar la semana que viene, concluye los cuatro flecos que le quedan de su juego para que las ilustraciones de Manu encuentren por fin acomodo.

¡A que mola ese jaguar mirando con cara de pocos amigos? 

Al hilo, deciros que Tierrafirme será maquetado como algunos ya habéis podido saborear en Mundo Eterno, con márgenes oscuros, y que aunque seguramente cambiaremos la trama de fondo por aquello de no repetirnos, como ya comentamos en su momento, este tipo de esquema viejuno se mantendrá para todos aquellos juegos que publiquemos que tengan sabor añejo.

Sed felices, todavía es domingo.