Aecio era el Maestre de Soldados (magister militum) o comandante supremo de todos los ejércitos del Imperio de occidente. El fue el último en llevar con la antigua dignidad de un romano el título de tal. Su padre había sido un mercenario vándalo que hizo fortuna en el ejército imperial, pero su madre descendía de una antigua familia senatorial de faunos procedente del Samnio, en los Apeninos. Contaron los historiadores que fue esta naturaleza medio feérica la que le permitió conseguir algo que nadie, en casi quinientos años de historia había podido alcanzar: la alianza con Hlawroth de Hercynia. En efecto, éste, amenazado por los hunos a lo largo de toda Germania, y fronterizo con el poco amistoso Imperio romano, por el Danubio, decidió aliarse con Aecio para combatir la marea de Atila. Junto a él, los pocos bárbaros libres que quedaban, francos, alamanes, esciros y rugios, marcharon a reunirse con los romanos. Además, por su conducto se consiguió la ayuda de Glaroth Coraza de Dragón, que vivía entre los godos del rey Teodorico, en las tierras de Aquitania.

En los Campos Cataláunicos se enfrentaron ambas huestes, sumando más de cien mil soldados por cada bando y a lo largo de tres días se sucedieron las alternativas: oleadas de soldados y caballos y horrísonas tormentas mágicas que electrizaban el aire y oscurecieron el cielo durante días, se sucedían en ambos sentidos. En la madrugada del cuarto, los jinetes de lobos hunos, dirigidos por el propio Atila, atacaron con éxito a la caballería visigoda y mataron a su rey. Glaroth Coraza de Dragón cargó con sus jinetes alados y pudo rescatar el cadáver antes de que los hunos pudieran profanarlo. El príncipe elfo, intentó levantar los ánimos de los desmoralizados tervingios con poco éxito. Incluso proclamó nuevo rey de los visigodos a Turismundo, el joven hijo de Teodorico pero el valor no retornó al corazón de los godos hasta que los dos mil jinetes faunos de Verobrenno de Nórico aparecieron tras una agotadora marcha. La visión de sus parientes, enardeció a los elfos de Glaroth y a los visigodos que contraatacaron con renovado espíritu al ejército de Atila. Cuando los jinetes de lobos cargaban para contener a los aliados de los romanos, se tropezaron con la caballería de Verobrenno e, incapaces de liberarse de la trampa, sufrieron una espantosa carnicería.

Atila hubo de retirarse de la Galia y su poder, aunque no extinto, empezó a resquebrajarse. Los pueblos sometidos a su Imperio empezaron a conjurarse contra el dominio huno pero Atila seguía empeñado en mantener sometidos a los pueblos de su Imperio. El año 454 se casó con Hildiko, una princesa de los burgundios, pueblo élfico éste que se mantenía sometido desde décadas antes y que había aprendido, según se decía, las artes oscuras de los hechiceros hunos, y en la noche de bodas, la joven lanzó un terrorífico conjuro sobre el rey huno, que corrompió su cuerpo en vida de forma que el Azote de Dios, como lo llamaban los cristianos, acabó muriendo, aquella noche, en medio del charco formado por su propia inmunda sangre, mientras que miles de gusanos torturaban su último hálito de vida.

Esta era la señal que esperaban los pueblos sometidos a Atila; ese mismo año los bárbaros, apoyados por el oro de Roma, y azuzados por Hlawroth, que como siempre, conspiraba en las sombras, formaron un ejército que aplastó a los hunos junto al río Nedao en Iliria.

El Imperio de terror que los hunos habían creado desde el mar Caspio hasta el Rhin, se vino abajo y por doquier se levantaron las naciones humanas sometidas: los alanos en las estepas de Sarmacia, los eslavos en los bosques y los ríos al norte del Danubio, los germanos en Europa central y los romanos más allá de sus limes, todos pudieron aspirar a la libertad.

De Denzik, hijo de Atila, se decía que era un ompir, hijo de Atila y de una humana. Que vivía de noche y que de día viajaba en un carromato completamente cerrado, tirado por trece caballos negros y custodiado por trece jinetes embrujados por él mismo y que no estaban ni vivos ni muertos, y que se alimentaba de la sangre de bellas prisioneras que le eran ofrecidas en sacrificio. A la muerte de Ellak, primogénito y hermano mayor de Denzik, en la batalla del río Nedao, aquél reunió los restos de los súbditos de su padre, los gigantes desperdigados por los Balcanes, las bestias sin nombre que vagaban desesperadas por los bosques y las antiguas ciudades romanas abandonadas, y los llevó al territorio al sur de los Cárpatos que una vez habitaron los dacios.

Allí mandó construir, por esclavos humanos, enanos y feéricos, una impresionante ciudad fortaleza, en un inaccesible risco, mitad excavada en la roca y mitad construida sobre ella. A ese inexpugnable refugio de aguzadas torres y torturadas rocas afiladas como cuchillos, guardado por miles de guerreros hunos, por thyrsas rebañados de los más tenebrosos bosques de Germania, Escanza y Sarmacia, por gigantes y trawlas venidos del norte y, sobre todo, por los temibles elementales del viento y del hielo convocados para reinar entre las ásperas rocas y las cumbres perennemente nevadas, lo llamó Terektap, que quiere decir en lengua huna, Colina Terrible, pero en griego lo llamaron Deinoros, y en lengua germánica, Grimburg y cualquiera de estos nombres encoge el corazón de los hombres y lo llena de pavor.

Denzik no ha dejado de hostigar a sus vecinos, humanos y élficos, y sus correrías devastadoras se extienden hasta Escanza hacia el norte, hacia el reino de Hercinia, por el oeste, hasta el limes imperial, al sur y por los bosques infinitos de Sarmacia y Escitia, al este. Allá donde uno vaya, no es posible pronunciar el nombre de Denzik sin que hasta el aire mismo se cogele, ni es posible evocar el nombre de los hunos sin llenar las almas los prudentes de justo terror.

De D.

El fin del horror

Publicado el

viernes, 8 de febrero de 2013

Etiquetas

,

10 Comments
Deka Black dijo...

Esta version de la Historia me d que no es la que se da en las aulas... Ni falta que le hace dicho sea de pso.

Yop dijo...

Me ha encantado, este relato se corresponde con algún proyecto futuro o es algo expontáneo?

Armitage15 dijo...

buenas Yop.

Estas han sido las entradas que he visto de D

http://ludotecnia.blogspot.com.es/2012/09/el-viaje-del-balto.html
http://ludotecnia.blogspot.com.es/2012/08/la-agonia-del-imperio.html
http://ludotecnia.blogspot.com.es/2012/07/de-los-hunos_18.html
http://ludotecnia.blogspot.com.es/2012/04/la-sangre-maldita.html
http://ludotecnia.blogspot.com.es/2012/02/flaviano-antioqueno.html
http://ludotecnia.blogspot.com.es/2011/01/adrianopolis.html


Espero que te sirva de ayuda

Yop dijo...

Si, las estuve buscando, pero no encontré el nombre del proyecto al que corresponde, por eso preguntaba

Yop dijo...

Por cierto, magister militum no es maestre de soldados ni de coña XD

Jon Aundi dijo...

Creo que el proyecto se llama "D" y parece mezclar fantasía e historia. Yo he buscado posibles traducciones a "magister militum" y "maestre de soldados" no me suena improbable. ¿Alternativas?

El Erudito dijo...

Creo que lo más correcto sería o comandante en jefe de todos los ejércitos o mariscal de campo. Es decir, es el cargo militar máximo que única y directamente rendía cuentas al emperador.

Yop dijo...

Eso es ^^

Abe dijo...

Ars longa, vita brevis, occasio praeceps, experimentum periculosum, iudicium difficile.

Etiam grates ago :-)

Yop dijo...

Non refert ;)