Mientras el cuartel general se entretiene atando los últimos cabos para que en las próximas semanas comiencen a ocurrir cosas, las cocinas de la editorial siguen trabajando a ritmo endemoniado.
Manu Sáez (Strawdog), de quien hace un par de semanas mostrábamos una pequeña parte de su contribución a Tierrafirme, acaba de terminar las tripas del libro de Abelardo y vuelve a este blog para que podamos disfrutar de nuevo de su personalísima forma de entender la ilustración de un juego.
Si no hace demasiado, nuestro cocinero mayor nos explicaba lo complicado que resulta dibujar en blanco y negro, Manu viene a demostrar que no es tan difícil cuando se tienen las cosas claras y se goza de libertad suficiente como para el artista gráfico plasme lo que siente realmente al respecto del texto sobre el que trabaja, sin interferencias ni adoctrinamientos editoriales, convirtiéndose así en el otro autor del libro.
Cliffhanger buscaba y busca personalidad en su más amplio sentido, y Manu nos ofrece una bonita muestra de que cuando se dispone de ese rasgo definitorio, si se quiere, se puede.
Nos leemos.
Publicar un comentario