Recuerdo que era un jovencito cuando leí una novela sobre las aventuras de Álvar Núñez Cabeza de Vaca en el suroeste norteamericano. Hasta entonces, esa región era patrimonio de Wyatt Earp, del Séptimo de Caballería, de Toro Sentado y de John Wayne. De repente, frente las aventuras del desdichado conquistador (desde entonces uno de mis personajes preferidos) y de su fiel criado Estebanico, vagando por el desierto y simulando ser brujos para no acabar muertos por los indios, me di cuenta del inmenso patrimonio aventurero que el descubrimiento y colonización de América podría suponer para la cultura española. Una pena, porque los anglosajones sí que han explotado bien su Historia a la hora de componer sus historias y, de hecho, son bien conocidos los juegos de rol ambientados en el Far West.

Así que una vaga visión de América como patria y telón de fondo de aventuras fue instalándose en el fondo de mi imaginación. Piratas!! ocupó buena parte de esa parcela, pero la colección Cliffhanger me permitió volver a la idea original. Piratas!! se ocupa, principalmente, del siglo XVII, cuando buena parte del continente estaba ya explorado y la colonización, firmemente establecida. Pero ¿qué ocurría con la centuria anterior? ¿qué pasaba con el momento realmente difícil: llegar, desembarcar y ocupar una tierra que no sólo no era la propia, sino que ni siquiera era familiar? De nuevo volvía a Cabeza de Vaca. Y a Ojeda, y a Lope de Aguirre, y a Ponce de León y a tantos otros menos conocidos. Sus historias eran tan alucinantes, tan extremas, tan llenas de ambición, heroísmo, crueldad y villanía como la mejor novela que hubiera leído o aventura de rol que hubiera jugado.

A partir de ahí, el resto fue trabajo. Contaba con la experiencia previa de Mininos, tan útil para organizarme el trabajo, pero quería darle a Madre un toque personal, algo que hiciera distinto el reglamento de Tierrafirme de sus hermanos y, rescatando una vieja idea de nuestro Amado Líder, me vino a la cabeza la posibilidad de utilizar monedas en vez de dados. Otros juegos lo han hecho, pero quería ver cómo podría adaptarse ese sistema a la espina dorsal de nuestra línea de bajo coste. Creo que el resultado ha sido satisfactorio, pero eso dependerá de lo que digáis.

Otro punto importante fue el vocabulario que iba a utilizar al redactar el texto. Jose y Omar tenían muy claro que los textos de Cliffhanger debían tener una cierta calidad literaria y el peculiar trasfondo de juego de Tierrafirme empujaba a darle sabor de época. El experimento ya estaba hecho con El Tres fuegos, el módulo para Piratas!! que publicó Ludotecnia hace años pero, francamente, me pareció un esfuerzo agotador escribirlo todo en el mismo estilo que Díaz del Castillo, así que preferí utilizar algo moderno y más claro, pero salpicado de referencias a la lengua de aquel entonces. Un trabajo adicional, por cierto, fue trasponer todo el sistema de medidas, del decimal que utilizamos hoy en día, al antiguo castellano que se empleó en el Descubrimiento. Quizás el resultado no sea históricamente muy preciso, pero creo que es lo suficientemente claro y fácil de usar y, además, da color al juego.

Para terminar, tengo que aludir a la parte de documentación del trasfondo. De hecho, la mayor parte del tiempo que dediqué a Tierrafirme fue el de enterarme cómo funcionaban cosas como las encomiendas, qué atribuciones tenían los adelantados, o qué familias de indios habitaban la tenebrosa y atractiva Tierra Firme, o las Antillas. No es la filosofía del juego ser históricamente riguroso, en realidad, poco importa si Panamá se fundó un año antes o un año después, si tuvo obispo o no, pero era imprescindible dar unas pinceladas que sugirieran el verde lujuriante de la selva, el blanco de los picos nevados, los imperios centelleantes de oro y esmeraldas, todo tan borroso pero atractivo como lo vieron los conquistadores. Se trataba, en definitiva, de que los jugadores que se acerquen al juego vean América tal y como lo vieron aquellos hombres hambrientos y desesperados, siempre ansiosos de gloria y de oro.

¿Cómo lo verás tú? ¿Te atreverás a embarcarte?

Diario de diseño: Tierrafirme

Publicado el

miércoles, 25 de julio de 2012

4 Comments
Deka Black dijo...

Totalmente de acuerdo en lo del patrimonio aventurero que mencionas. Tenemos momentos, personajes e historias para dar y tomar.

Tierra Firme me esta recordando en parte a la saga de cienfuegos de Vazquez Figueroa. de hecho, el protagonista empieza como polizon en cierta carabela...

Espero impaciente, maese ;)

Abe dijo...

Pues me he leído Cienfuegos pero no ha influido directamente en Tierrafirme. La que sí lo ha hecho, también de Vázquez Figueroa, ha sido Centauros. Si no las has leído, te la recomiendo, es lo que tenía en mente cuando escribí Tierrafirme.

Saludos y que este parto sea breve ;-)

Deka Black dijo...

Habrá que leerlo pues.

Jose dijo...

¿Ya han salido otros libros aparte de Gañanes y Dogfight?