La vida se ha puesto muy cuesta arriba, no tanto por la cantidad de problemas que siembra a nuestro paso en estos tiempos que pasan por ser críticos cuando son tremendamente injustos, sino por la pesada sensación que nos sobrevuela al respecto de que el timonel que fija el rumbo por todos nosotros, puede estar tan embobado o borracho que haría falta una uña de metal y cinco brazos para separarle del timón que le hemos prestado, porque sencillamente cree que le pertenece. [Seguir leyendo]

Al rico ¡vendo, vendo!

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sábado, 5 de mayo de 2012

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