Nunca sabemos bien si nos va bien o nos va mal porque confiamos en que sea el tiempo quien nos lo diga. Mientras tanto, procuramos pasárnoslo tan bien como el cuerpo nos lo permita, de manera que a veces ocurren cosas como que Tierrafirme, el juego de Abelardo, estaba esperando a que Manu Sáez, Strawdog para los amigos, terminara su contribución en Omertà (Holocubierta, 2012) para ser llamado a filas, para (¡cuánto «para», coñe!) que ejerciera de autor gráfico juntando su hombro al de nuestro alto elfo aragonés.

¡Dicho y hecho! Manu recibía el texto completo del Cliffhanger número 12 hace apenas una semana y media, acaso dos, tiempo tras el cual, después de metabolizado y sintetizado a la manera que tienen los artistas, nos haya devuelto un par de lecturas personales del mismo, dos joyitas talladas en seco, destiladas en esa soledad que sólo entienden los que aceptan el reto de convertirse en traductores gráficos de lo que han escrito otros.

Manu es oficio, pero sobre todo es pulso y nervio, y aunque la muestra que os acercamos hoy suponga tan solo un 20% de su contribución a ensalzar las entrañas de Tierrafirme, esperamos que comprendáis que bien merecía que la compartiéramos con vosotros.

Pues nada, ahí os dejamos con Manu y una partícula de su comprensión del libro de Abelardo, entre otras cosas, porque de eso se trata...