Una vez terminada la encuesta que propusimos la semana pasada y haber lanzado nuestra «Búsqueda de Reseñadores», anteayer nos embarcábamos en la convocatoria del «Primer Criterium Cliffhanger Adventures», que como sabéis, consiste en que tres módulos o aventuras, como prefiráis llamarlo, para los Cliffhanger 001 a 007, compongan juntos un ejemplar seriado de nuestra colección en aras de apoyarla desde sus mismas entrañas, como un libro más, se entiende.

Obviamente habrá un segundo Criterium y seguramente un tercero, aunque éste no es el asunto de esta entrada porque a pesar de que parezca lo contrario, la idea no es nueva. La esbozamos ya desde los inicios mismos de Cliffhanger y pretendía cubrir las posibilidades de la colección, pero desde una perspectiva radicalmente diferente.

A comienzos de este mismo año volvimos a ponerla sobre la mesa, pero como bien sabéis a estas alturas, las circunstancias que nos han rodeado no han sido precisamente las más halagüeñas. Quitarnos de encima un sistema de distribución que nos estaba lastrando a la hora de llegar a vosotros, planificar el nuevo enfoque de la editorial, potenciar nuestras redes sociales, dar salida a la web y un nuevo aire a este blog, así como publicar «Madre 1.0», ha supuesto un esfuerzo bastante estimable que es ahora cuando va a comenzar a cobrar sentido, porque nuestro contacto con vosotros es mayor y por tanto, existe una permeabilidad de la que antes no disponíamos ya que dependíamos, en exceso, cabe decirlo, de la intervención de terceros.

Así las cosas, en el último rescate de la idea «Cliffhanger Adventures», previo a las vacaciones, valoramos abrir el formato a la participación de los aficionados. 

La experiencia del Cazatalentos'12 nos venía de maravilla y además contábamos con «Madre 1.0» como apoyo, con lo que la posibilidad de que cualquiera de vosotros pudiera intervenir en Cliffhanger en igualdad de condiciones, esta vez desde una aventura para uno de los juegos ya publicados, reforzaba el espíritu de la colección, como ya ocurriera con la elección de Babylon (Jorge Mir), por ejemplo. Aunque esta vez se trata de buscar no uno, sino tres ganadores.

Nos leemos.