A la espera de que Piratas del Vacío salga de encuadernación y con Veragua a falta de ser cerrado con su pertinente HPJ, todo el equipo está embarcado en esos juegos que habrán de ver la luz de aquí a unos meses, entre los que como sabéis de sobra, se encuentra 18ª Enmienda (parece que el título provisional se va a quedar como definitivo), obra fruto de la hábil pluma y mente de nuestro coordinador para Cliffhanger, Omar El-Kashef.

Y lo cierto es que Omar lo tenía muy cuesta arriba. Una cosa es coordinar y otra bien distinta, que la gente coordinada sepa por qué coordinas, ya me entendéis. Total, que nuestro número 2 no se ha andando con chiquitas y ha cogido el toro por los cuernos para salirse de madre precisamente con Madre, y para ello, nada mejor que con Alberto cubriéndole las espaldas...

Pero había que concretar la ambientación y meterla en 25.000 palabras, como hace todo pitxitxi (pichichi en lenguaje de país que ha vivido por encima de sus posibilidades), y ahí se ha soltado el pelo, para qué vamos a engañarnos. Pero mejor lo leemos en estado puro, ¿no?


«En la actualidad, la Brigada Especial se compone de un número indeterminado de grupos más o menos independientes. A la cabeza del grupo hay un jefe, que responde directamente a uno de los Ocho Ases. A veces, la misión es tan delicada que quizá uno de los Ocho en persona se hace cargo del grupo durante un tiempo. El caso es que el jefe es el PNJ que repartirá las tareas al grupo, acompañándolo o no sobre el terreno, según convenga al AJ.

Los grupos pueden especializarse en uno o varios tipos de misiones, u optar por una mayor flexibilidad operativa. La especialidad hace que, a veces, varios grupos deban actuar de forma coordinada. Con todo, y dada la delicada naturaleza de los trabajos que hace la Brigada, los grupos son como pequeñas familias y tienden a rivalizar entre sí, aunque estén del mismo lado de la raya.

Un grupo puede componerse de entre dos y ocho personas, aunque a veces pueden ser más. No tienen por qué trabajar al mismo tiempo, sino que lo pueden hacer en parejas o rotarse en la actividad según convenga y disponga el jefe de grupo. En este momento del desarrollo de la Brigada, algunos grupos ya funcionan desde un refugio o un «cuartel general» (normalmente locales discretos, almacenes abandonados, trastiendas, etc.). Otros, sin embargo, son más informales y se reúnen esporádicamente en cafeterías, edificios públicos o la propia calle. 

MISIONES 
Éstas son las posibles misiones que puede acometer tu grupo de la Brigada Especial. No es una lista cerrada, ni mucho menos, así que usa esa sospechosa materia gris que tienes aprisionada en el cráneo y siéntete libre de añadir tareas de tu propia cosecha.

Asesinato: alguien ha decidido que un individuo debe dejar de respirar. La labor del grupo es quitarlo de en medio con la discreción o espectacularidad que convenga al que manda el trabajo. A veces interesa que se crea que el asesino es de una banda rival para provocar una pelea. Otras, conviene ser quirúrgicos o montar un auténtico pollo.

Acoso: se trata de poner nervioso a alguien siguiéndolo a todas horas, arrinconándolo en una calle cada dos por tres, amenazándolo con extender un rumor sobre él, etc. Las razones pueden ser muy variadas, como obtener información, que pierda el control para pillarlo en un renuncio o que nos conduzca a su propio jefe.

Interrogatorio: urge sacar una información importante a uno o varios individuos. Según las prisas y las prioridades, se permitirán métodos más o menos expeditivos. A veces, puede más la sutileza que la fuerza bruta, pero vete tú a saber. Es conveniente que solo el AJ sepa si los personajes han logrado sonsacar la verdad, y que lo comprueben sobre el terreno.

Redada: la mejor forma de tocar las narices a los mafiosos es irrumpir estruendosamente en sus locales con una redada. En realidad se trata de destrozar el mobiliario y requisar el material mientras se grita el nombre del departamento sin mostrar una sola placa. El que la pida, se gana un puñetazo en el bajo vientre. Las redadas son la principal fuente de financiación de los grupos de la Brigada Especial (ver más adelante).

Secuestro: por extremo que parezca, y por los motivos que sean, a veces es necesario mantener cautivo a un individuo para que confiese un secreto valioso o como represalia para enderezar una situación. Alguien tiene que hacer el trabajo sucio.

Seguimiento: seguir a un sospechoso, ya sea a pie o en coche, puede llegar a ser aburrido de muerte, salvo que todo degenere en una persecución. Ahí depende de los perseguidores si quieren delatarse o lo dejan para otra ocasión. Los seguimientos proporcionan jugosa información sobre los contactos de los chicos malos o la ubicación de locales de interés.

Sabotaje: la mejor forma de poner nervioso a un gánster es rompiéndole los juguetes, ya sea una destilería, un local de apuestas o su propio Caddy. Los sabotajes mandan mensajes, responden preguntas y avisan a quien sepa leer entre líneas.

Vigilancia: pasarse las horas muertas delante de un edificio, en un piso que da a la ventana del apartamento de un tipo importante, o rondando los puertos para ver lo que se descarga, puede dar pistas muy valiosas que nos ahorren quebraderos de cabeza en el futuro.»

Trabajos y guita [18ª Enmienda]

Publicado el

martes, 20 de agosto de 2013

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